martes, 14 de julio de 2015
HIMNO PRE MILITAR - 1960
Letra :Carlos Alberto Fonseca
Música:Enrique Fava Ninci
Hoy de pie en el umbral del futuro
se alza el grito de la juventud.
Adelante la patria nos llama
¡Antes,antes que todo el Perú!
Levantemos la insignia peruana
más arriba que la Cruz del Sur
y su estela será en nuestros cielos
un camino de gloria y luz.
Una voz que es la voz de la patria
nos señala un destino común.
Nuestro lema es un grito del alma
¡Antes,antes que todo el Perú!
LEMA PREMILITAR:
"ANTES,QUE TODO EL PERÚ"
Ausberto Arteaga Trujillo- l4.07.2015
jueves, 21 de mayo de 2015
CLV ANIVERSARIO DE NUESTRA ALMA MATER-"SAN NICOLAS"
Sannicolasinos el 28 de Mayo se celebra el 155 aniversario de fundacion de nuestro Sexquicentenario
Colegio Emblematico San Nicolas, no me explico quien o quienes son los culpables que no gestionaron oportunamente las partidas que el Gobierno otorgo para mejorar las infraestructuras de
Colegios de esta Categoria, En la ciudad de Trujillo, el Colegio San Juan, y Jose Faustino Sanchez Carrion, tienen nuevos y renovados locales, asi como en otras provincias.
Los Sannicolasinos y el pueblo de Huamachuco debemos empesar a realizar las gestiones con este fin
integremonos con mas fuerza a esta tarea que es en beneficio de nuestros hijos, en mi caso son mis nietos que han dejado Colegio de prestigio en la ciudad de Trujillo ,para que estudien en "San Nicolas" "Rayo de Luz" y viva las emociones estudiantiles de mi tierra natal asi como sigan amando a la ciudad de Huamachuco .
" BENDITO CLAUSTRO DEL SABER , MIS REVERENCIAS POR ETERNIDAD"
Lleno de jubilo te venero, en este aniversario.
Ausberto S. Arteaga Trujillo y familia.
Trujillo, Mayo 21 del 2015.
sábado, 31 de mayo de 2014
VALS TODOS VUELVEN - HOMENAJE A CESAR MIRO
CON CARINO PARA MI HUAMACHUCO QUERIDO
A LOS 73 ANOS QUE SE CANTO POR PRIMERA VEZ EN PERU POR LA CANTANTE JESUS VASQUEZ
César Miró nació el 7 de junio de 1907 en el distrito de Miraflores, Lima. Hizo sus estudios escolares en los colegios San Agustín y La Inmaculada de los jesuitas. Solía escaparse de clases del colegio jesuita para ir a la Biblioteca Nacional y sumergirse entre sus libros. A los 15 años de edad publicó el periódico escolar "Relámpago" y poco tiempo después publica sus primeros poemas en la revista "Amauta". Amigo de José Carlos Mariátegui aunque solamente conversaba con él sobre arte y literatura ya que no simpatizaba con sus ideas políticas.
En Los Ángeles, Estados Unidos, recibió el ofrecimiento para filmar una película describiendo el sentimiento de los latinoamericanos que viven en EE.UU. por retornar a la tierra natal. La película se llamaría "Gitanos en Hollywood" y César Miró estaba a cargo de elaborar el guión, pero cuando ya había empezado ha elaborarlo el empresario que iba a financiar la película se desanimó de llevarla a cabo. Para ese entonces, César Miró ya había escrito los versos de una canción para la película aquella y al regresar a Lima le dio ritmo de vals. En 1941, Jesús Vásquez estrenó dicha canción y desde que empezó a cantar los primeros versos de la misma, se supo que se había escrito una nueva página gloriosa para la canción criolla... "Todos vuelven a la tierra en que nacieron, / al embrujo incomparable de su sol, / todos vuelven al rincón donde vivieron, / donde acaso floreció más de un amor..."
TODOS VUELVEN - Vals
Todos vuelven a la tierra en que nacieron,
al embrujo incomparable de su sol,
todos vuelven al rincón donde vivieron,
donde acaso floreció mas de un amor.
Bajo el árbol solitario del silencio,
cuantas veces nos ponemos a soñar,
todos vuelven por la ruta del recuerdo,
pero el tiempo del amor no vuelve más.
El aire que trae en sus manos,
la flor del pasado, su aroma de ayer,
nos dice muy quedo al oído,
su canto aprendido al atardecer,
nos dice su voz misteriosa,
de nardo y de rosa,
de luna y de miel:
//que es santo el amor de la tierra,
que triste es la ausencia que deja el ayer//
Ausberto Arteaga Trujillo
Presidente ASNH
En Los Ángeles, Estados Unidos, recibió el ofrecimiento para filmar una película describiendo el sentimiento de los latinoamericanos que viven en EE.UU. por retornar a la tierra natal. La película se llamaría "Gitanos en Hollywood" y César Miró estaba a cargo de elaborar el guión, pero cuando ya había empezado ha elaborarlo el empresario que iba a financiar la película se desanimó de llevarla a cabo. Para ese entonces, César Miró ya había escrito los versos de una canción para la película aquella y al regresar a Lima le dio ritmo de vals. En 1941, Jesús Vásquez estrenó dicha canción y desde que empezó a cantar los primeros versos de la misma, se supo que se había escrito una nueva página gloriosa para la canción criolla... "Todos vuelven a la tierra en que nacieron, / al embrujo incomparable de su sol, / todos vuelven al rincón donde vivieron, / donde acaso floreció más de un amor..."
TODOS VUELVEN - Vals
Todos vuelven a la tierra en que nacieron,
al embrujo incomparable de su sol,
todos vuelven al rincón donde vivieron,
donde acaso floreció mas de un amor.
Bajo el árbol solitario del silencio,
cuantas veces nos ponemos a soñar,
todos vuelven por la ruta del recuerdo,
pero el tiempo del amor no vuelve más.
El aire que trae en sus manos,
la flor del pasado, su aroma de ayer,
nos dice muy quedo al oído,
su canto aprendido al atardecer,
nos dice su voz misteriosa,
de nardo y de rosa,
de luna y de miel:
//que es santo el amor de la tierra,
que triste es la ausencia que deja el ayer//
Ausberto Arteaga Trujillo
Presidente ASNH
martes, 13 de mayo de 2014
VALS TODOS VUELVEN
EL DIA MIERCOLES 28 de Mayo 20l4, los San Nicolasinos reunidos en el local de nuestro
Sesquicentenario Colegio Emblematico SAN NICOLAS de Huamachuco, cantaremos el Vals que
nos hace recordar nuestra juventud de 1956 al 1960 - TODOS VUELVEN
Entren al link que sigue:
https://www.youtube.com/watch?v=ZDpTnNmGNSM
Un abrazo por los 154 aniversario de fundacion.
ASOCIACION SAN NICOLASINA DE HUAMACHUO
Ausberto Arteaga Trujillo
Presidente Fundador
Sesquicentenario Colegio Emblematico SAN NICOLAS de Huamachuco, cantaremos el Vals que
nos hace recordar nuestra juventud de 1956 al 1960 - TODOS VUELVEN
Entren al link que sigue:
https://www.youtube.com/watch?v=ZDpTnNmGNSM
Un abrazo por los 154 aniversario de fundacion.
ASOCIACION SAN NICOLASINA DE HUAMACHUO
Ausberto Arteaga Trujillo
Presidente Fundador
LETRA Y MUSICA DE LA CANCION LOS GAVILANES
http://www.letradecancion.com.
El recuerdo de la Promocion Centenario 1960
Arteaga Trujillo
martes, 15 de abril de 2014
COLEGIO NACIONAL SAN NICOLAS -INICIO DE CELEBRACION DEL SESQUICENTENARIO - 1860-2010
Con gallardía y mucho amor a su Alma Mater , las escoltas lucen con honor los emblemas que prestigian a este Sesquicentenario Colegio San Nicolás de Huamachuco, declarado como Institucion Educativa Emblemática.
En esta fotografía se aprecia el banderín PRE MILITAR ganado en 1960 , hoy luce con honor 50 anos que fue ganado cuando usa vamos uniforme color caqui tipo comando y las alumnas falda azul marino, blusa blanca ,corbata y boina azul.
Grandes recuerdos que nos une a los estudiantes de dicho claustro a quienes les envio un fuerte abrazo.
Ausberto Arteaga Trujillo
Presidente fundador de la Asociación San Nicolasina de Huamachuco-Promocion Centenario 1960.
sábado, 25 de septiembre de 2010
ESTRATEGIAS DE MANIPULACION MEDIATICA
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viernes, 10 de septiembre de 2010
CESAR VALLEJO ENTREVISTA A JOSE MARIA EGUREN - 1918
Con José María Eguren
Por César Vallejo
Desde Lima
El gran simbolista de “El Dios de la centella”, me dice con cierta amargura:
- ¡Oh, cuánto hay que luchar; cuánto se me ha combatido! Al iniciarme, amigos de alguna autoridad en estas cosas, me desalentaban siempre. Y yo, como usted comprende, al fin empezaba a creer que me estaba equivocando. Sólo, algún tiempo después, celebró González Prada mi verso.
Mientras se deslíe su voz ágil, cordial y hondamente sinuosa, sus ojos, de un sombrío alucinado, parecen buscar los recuerdos, y vagan por la sala lentamente.
El poeta Eguren es de talla mediana. En su rostro, de noble tono blanco algo tostado, sus treinta y seis años balbucean ya algunas líneas otoñales. Sus maneras espontáneas, cortadas en distinción y fluidez, inspiran desde el primer momento devoción y simpatía.
Nos habla; y sus explicaciones de algunos de sus símbolos nos sugieren las más raras ilusiones. Se me antoja un príncipe oriental que viaja en pos de sacras bayaderas imposibles.
- ¿Desde sus primeros ensayos -le pregunto- su manera ha sido la misma de ahora?
- Sí -me responde, con viva alegría-. Con un solo breve paréntesis de romanticismo. Muchas de las maestrías de Rubén Darío -agrega- las tuve yo, antes de que se conocieran aquéllas aquí. Sólo que, hasta hace poco no más, ningún periódico quiso publicar mis versos. Yo, desde luego, nunca me expuse a un rechazo. Pero, ya sabe usted, nadie los aceptaba.
Después, me relata sus largos años de aislamiento literario, que habían de ser tan fecundos para las letras americanas.
- Y el simbolismo se ha impuesto ya en América -me dice con acento y rotundidad-. El simbolismo de la frase, esto es, el francés, existe ya consolidado en el continente; y en cuanto al simbolismo de pensamiento, también, pero con matices muy diversos. Por ejemplo, mi tendencia es distinta de cualquiera otra, según dice González Prada. Así es que, como usted ve, es imposible fijar una fisonomía compendial de la poesía americana presente.
Eguren se entusiasma y goza visiblemente en sus charlas sobre arte.
Me obsequia un aromático “inglés”, y entre humo y humo pasan por nuestros labios los nombres de Goncourt, Flaubert, de Leconte de Lisle y de algunos literatos americanos y nacionales, entremezclados de algún verso divino y eterno.
- Yo y usted tenemos que luchar mucho -me dice, con gesto de suave resignación.
- Pero usted ya ha triunfado en toda la América -le arguyo-. ¿Qué noticias tiene de afuera?
- En Argentina, Chile, Ecuador, Colombia, sé que me conocen y que reproducen con entusiasmo mis versos. Mantengo, además, numerosas relaciones con los intelectuales de esos países. En lo demás, ya veremos, ya veremos, pues todavía…
(Por mi mente pasan el dolor y el genio incomprendido, por su siglo, de Verlaine, de Poe, de Baudelaire).
- ¿Y en Trujillo? -me pregunta Eguren con vivo interés.
Yo ante esta pregunta me turbo; y sin hallar cómo salir del paso, me revuelvo y cambio de actitud en el diván, hasta que, al fin, como alentado súbitamente por un recuerdo, le respondo:
- En Trujillo…
Eguren me interrumpe, y me habla de los escritores de allá, amigos míos, para quienes dedica frases de entusiasta elogio.
- Además -redondea sus palabras con fina galantería- Trujillo es una ciudad simpática para mí, y creo que posee bastante cultura. Yo le doy las gracias.
Al despedirme, el día había volado.
De regreso, miro Barranco, con sus calles rectas pobladas de alamedas; con sus helechos arborescentes y sus pinos. Los chalets, de los más variados estilos, muestran jardines de pulcra elegancia y los vestíbulos abiertos a las brisas vespertinas; las lujosas residencias del confort burgués.
La hora virgiliana, turquesa y verde enérgico. Y el mar de rica plata.
César Vallejo La Semana, Trujillo, N° 2 30 de marzo de 1918
Por César Vallejo
Desde Lima
El gran simbolista de “El Dios de la centella”, me dice con cierta amargura:
- ¡Oh, cuánto hay que luchar; cuánto se me ha combatido! Al iniciarme, amigos de alguna autoridad en estas cosas, me desalentaban siempre. Y yo, como usted comprende, al fin empezaba a creer que me estaba equivocando. Sólo, algún tiempo después, celebró González Prada mi verso.
Mientras se deslíe su voz ágil, cordial y hondamente sinuosa, sus ojos, de un sombrío alucinado, parecen buscar los recuerdos, y vagan por la sala lentamente.
El poeta Eguren es de talla mediana. En su rostro, de noble tono blanco algo tostado, sus treinta y seis años balbucean ya algunas líneas otoñales. Sus maneras espontáneas, cortadas en distinción y fluidez, inspiran desde el primer momento devoción y simpatía.
Nos habla; y sus explicaciones de algunos de sus símbolos nos sugieren las más raras ilusiones. Se me antoja un príncipe oriental que viaja en pos de sacras bayaderas imposibles.
- ¿Desde sus primeros ensayos -le pregunto- su manera ha sido la misma de ahora?
- Sí -me responde, con viva alegría-. Con un solo breve paréntesis de romanticismo. Muchas de las maestrías de Rubén Darío -agrega- las tuve yo, antes de que se conocieran aquéllas aquí. Sólo que, hasta hace poco no más, ningún periódico quiso publicar mis versos. Yo, desde luego, nunca me expuse a un rechazo. Pero, ya sabe usted, nadie los aceptaba.
Después, me relata sus largos años de aislamiento literario, que habían de ser tan fecundos para las letras americanas.
- Y el simbolismo se ha impuesto ya en América -me dice con acento y rotundidad-. El simbolismo de la frase, esto es, el francés, existe ya consolidado en el continente; y en cuanto al simbolismo de pensamiento, también, pero con matices muy diversos. Por ejemplo, mi tendencia es distinta de cualquiera otra, según dice González Prada. Así es que, como usted ve, es imposible fijar una fisonomía compendial de la poesía americana presente.
Eguren se entusiasma y goza visiblemente en sus charlas sobre arte.
Me obsequia un aromático “inglés”, y entre humo y humo pasan por nuestros labios los nombres de Goncourt, Flaubert, de Leconte de Lisle y de algunos literatos americanos y nacionales, entremezclados de algún verso divino y eterno.
- Yo y usted tenemos que luchar mucho -me dice, con gesto de suave resignación.
- Pero usted ya ha triunfado en toda la América -le arguyo-. ¿Qué noticias tiene de afuera?
- En Argentina, Chile, Ecuador, Colombia, sé que me conocen y que reproducen con entusiasmo mis versos. Mantengo, además, numerosas relaciones con los intelectuales de esos países. En lo demás, ya veremos, ya veremos, pues todavía…
(Por mi mente pasan el dolor y el genio incomprendido, por su siglo, de Verlaine, de Poe, de Baudelaire).
- ¿Y en Trujillo? -me pregunta Eguren con vivo interés.
Yo ante esta pregunta me turbo; y sin hallar cómo salir del paso, me revuelvo y cambio de actitud en el diván, hasta que, al fin, como alentado súbitamente por un recuerdo, le respondo:
- En Trujillo…
Eguren me interrumpe, y me habla de los escritores de allá, amigos míos, para quienes dedica frases de entusiasta elogio.
- Además -redondea sus palabras con fina galantería- Trujillo es una ciudad simpática para mí, y creo que posee bastante cultura. Yo le doy las gracias.
Al despedirme, el día había volado.
De regreso, miro Barranco, con sus calles rectas pobladas de alamedas; con sus helechos arborescentes y sus pinos. Los chalets, de los más variados estilos, muestran jardines de pulcra elegancia y los vestíbulos abiertos a las brisas vespertinas; las lujosas residencias del confort burgués.
La hora virgiliana, turquesa y verde enérgico. Y el mar de rica plata.
César Vallejo La Semana, Trujillo, N° 2 30 de marzo de 1918
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